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Pero el tiempo pasa y vuelve el tiempo, como dijo alguien y ahora es tiempo de una pequeña parada a la sombra del camino; para meditar lo andado o para olvidarlo, no lo sé. Es como un rellano con asiento en una larga escalera, que sirve, como en el poema “Ítaca” de Cavafis, para demorar nuestra llegada, recreándonos en ese viaje a Ítaca que todos llevamos dentro. Tal vez esa mirada a lo andado sirva para ver que las huellas o improntas dejadas en las obras son, sólo eso, huellas. ”Huellas de mí mismo”. POZANCOS-MADRID1994.



...y en su fluir constante,
inequívocas,
Las aguas dibujaron
--en el fondo, donde no hay orillas—
Los ojos deseados.
Eduardo Chamorro.

“A los artistas los sana su propio arte”.
Mary Renault.
.
“Toda la obra de Pablo es naturaleza anclada en las retinas”.
Manuel Urbano.

“¿Que otra cosa si no el aroma que arroja la veleta, las espumas del agua, las olas de la tierra, los susurros del amor, el aura del los jazmines, los óxidos del clavo de lo injusto o las huellas de unos pasos que regresan son estas creaciones habitadas? ¿No puede ser que Rodríguez Guy haya recogido en sus superficies, tan de elegante regusto matérico, el discurso de la vida cuando esta calla para que, así, resuene pudorosa con su voz más íntima? Tal vez por ello apuesto; pero lo que me resulta
inequívocamente cierto, es que ante ellas no cabe la mudez distante de la indiferencia porque Rodríguez Guy propone y se ajusta decidido a la estética de nuestros días, la de la pintura como discurso de lenguaje propio y nacido de la necesidad de expresión a la búsqueda de otra voz, de la comunicación y el diálogo abierto, necesariamente honesto, sin perjuicios ni prejuicios, como requiere todo proceso comunicativo…”
Manuel Urbano. 1994.

“…A su orilla, aspirando el dulce aire de la mañana,
quiero cantar, a su orilla,
desnudo bajo el sol de la mañana,
quiero cantar un canto como un río…”
Ricardo Molina.

“…Los dogales preciosos que el tiempo lleva
son alquimia de incesto y flores
que nos atan al vientre de la quimera
con promesas falsas de falsas sirenas.
Navegantes perdidos en el desierto
sin oasis ni barca ni cantimplora.
Esperamos miedosos y a la intemperie
un día de calma un bálsamo amable
un faro solar que destruya el mal.”
Neus Aguado.

HISPAN E IBERIA
Hispan salió de Corinto en pos de lo desconocido; así lo intuyó Periandro en un tiempo en que Iberia se escondía entre brumas de lo ignoto. Eran tiempos en los que la mitología se alimentaba de relatos, cuando la necesidad humana los aliñaba con especias de imaginación traídas de lugares apenas dibujados en derroteros como la “Oda Marina” de Avieno, una descripción de la tierra en la que ya aparece lberia con sus promontorios y sitios tenebrosos y brillantes. La Iberia de Gerión y de
Argantonio; un Tarteso. Asombro de los fenicios que, para relacionarse con aquel reino donde los pesebres eran de plata, en un más allá de las Columnas de Hércules, fundaron hace más de tres milenios, en isla cercana, una base -Gadir/Cádiz--, constituida en factor de mercado y de progreso. Enriquecida pronto por el flujo griego que proporcionó nuevos elementos a una cultura de integración Ibérica cuando los círculos de coexistencia se ensanchaban en la península...

“Hispan e Iberia” es el título de la exposición que muestra Pablo Rodríguez Guy en la Galería ldearte de Madrid. Son pinturas, donde el artista transcribe la visión de su mundo: las madres autóctonas, con el soplo oriental, en un solar que mantiene y genera renuevos a través de las edades. Es verdad que los cuadros de Rodríguez Guy son descripciones mentales, paisajes con territorios íntimos a modo de cartografías metafísicas, y así lo recogen los títulos: “Huellas de la Memoria’, “Faro Solar”, “Sentires” o “Cánticos”; obra generada con materiales y afanes de consideración, tejidos y huellas de asentamientos, signos referenciales, figuras geométricas y agregados mecánicos o intelectuales desde una apreciación abstraída. Porque este autor nacido en Sierra Morena, formado en Barcelona,
renunció hace años al acomodo académico en la Ciudad Condal para encontrarse de lleno con la tierra; primero en el Ampurdán a la vera del Pirineo; y después en La Alcarria, cercana a Madrid, donde se mantiene a ras de suelo, y cercano a las estrellas, para no perderse el rumor de la naturaleza y percibir mejor los barruntos de una cultura nacida en Iberia, amamantada por fenicios y griegos, configurada por Roma que la denomina hispania, y posteriormente abierta al Océano hasta alcanzar la orilla lejana. Iberia, península; Hispania, pueblo o cultura.

Hispan e Iberia es un dibujo que da nombre a la exposición de Pablo Rodríguez Guy. En el encuadre intuye la gran aventura que iniciarse pudo con pasos desde Corinto, llegar al lber-Tartesos de la mítica cuenca minera de Huelva tras costear el africano norte en naves fenicias, o siguiendo la ruta norte que, por Rosas y Ampurias. ya en Iberia, avistan al gran río del camino, Ibero/Ebro,.. de “Hispan a Iberia”
José Pérez-Guerra, EL PUNTO DE LAS ARTES. Otoño-2000.

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