INICIO
“El objetivo supremo del viajero es ignorar dónde va”. Lie Tsen.




“Ítaca”
Si vas emprender el viaje hacia Ítaca,
pide que tu camino sea largo,
y rico en aventuras y experiencias.
A lestrigones, cíclopes o fiero
Poseidón, nunca temas.
No hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
Nunca a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni al fiero Poseidón encontrarás
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quién ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas
de verano en que arribes a bahías
nunca vistas, con ánimo gozoso.
Detente en los emporios de Fenicia,
adquiere hermosos artículos:
madreperla y coral, ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos
--cuanto puedas invierte en voluptuosos
y delicados perfumes.
Visita
muchas ciudades egipcias y aprende,
con avidez aprende de los sabios.

A Ítaca tenla siempre en la memoria.
Llegar allá es tu meta,
mas no apresures el regreso.
Mejor que se dilate largos años
y, en tu vejez, arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.
Un hermoso viaje te dio Ítaca. Sin ella
el camino no hubieras emprendido.
Mas, ninguna otra cosa puede darte.

Aunque pobre la encuentres, no hubo engaño.
Rico en saber y en vida como has vuelto, comprendes
qué significan las Ítacas.
Cavafis.

08-6-20
Hay un mundo que me atrapa y me emociona. Cuando viajo, no hago otra cosa que dejarme impresionar por personas y lugares. Paisajes y gentes repletos de vida y movimiento o extáticos en su serenidad sublime y retengo esa emoción con la pintura o la fotografía, según el momento y la circunstancia.
Estas obras, pintura y fotografía, son la condensación de esa emoción sentida en mí deambular por el mundo. No son apuntes de viaje, son la película de los sentimientos sentidos a flor de piel, del contacto directo con el país visitado y del roce con la gente del lugar. PRG.

04-06-23
Siempre he tenido la idea de que cuando un escritor relata sus viajes, describiendo los paisajes y las gentes con las que se encuentra, además de describir lo que ve, me tiene que hablar de lo que siente, de lo que pasa por su interior, de sus emociones y sentimientos ante ese paisaje o ante esas personas.
Eso, rara vez lo hacen. Y es esa descripción de lo que pasa por el interior, precisamente, lo que yo pinto durante mis viajes, dejándome llevar por el instante y utilizando los materiales que encuentro en el lugar; papeles, tierra, hojas, pequeños objetos de desecho y mis pinturas, todo ello amalgamado con la intensidad del momento. Es mi relato de viajes, es la expresión plástica de las emociones sentidas “in situ” en los diversos lugares que unos pies errantes me llevan, no a mirar, sino a “estar” y a “sentir” la vida de ese lugar y plasmarla en la obra. PRG.

00-1997
El tiempo estaba detenido, más bien condensado. El tiempo se había convertido en atmósfera-color, una atmósfera espesa, amarillenta de atardecer, donde la vida y la muerte estaban fundidas en perfecto equilibrio. Ninguno de nosotros tenía prisa, pasamos en ese lugar tres o cuatro horas sin percibir el paso del tiempo, sólo la entrada de la noche cerrada nos hizo abandonar el lugar, no sin nostalgia y con el propósito de volver pronto y así lo hicimos. Al despertar del día siguiente ya estábamos otra vez a la orilla del Ganges, en el Benarés de toda la vida. Y ahora el equilibrio entre la vida y la muerte cedió protagonismo a la vida, que, escalón tras escalón se iba desperezando y con las abluciones y los rezos, se formaba otro nuevo equilibrio, esta vez, con una gran dosis de espiritualidad. El equilibrio y la belleza lo impregnaban todo, sin importar la pobreza o la indigencia o los suntuosos palacios que servían de telón de fondo a esa rivera del río más sagrado del mundo.
La armonía que se transpiraba en la atmósfera lo invadía todo y hacía que te sintieras parte de ese “todo”, sintiendo las emociones serenas más intensas que jamás he sentido.

PRG. Varanasi, febrero 1997

Con cien cañones por banda y miles de barcos de madera atracados en la bahía; azules, verdes y dorados, entre los reflejos plateados de un amanecer sereno. Era como una estampa de los antiguos griegos, dispuestos a salir al encuentro de Ulises a su regreso de la Odisea.

La máquina del tiempo nos transportaba de golpe a esos lugares, solo vividos a través de la buena literatura, Vietnam no es el paraíso, pero es el mejor mundo posible, teniendo en cuenta parámetros mundiales de desarrollo y pobreza, de geografía e historia de las guerras que han tenido que librar; su situación es más que aceptable y de un cierto equilibrio entre Oriente y Occidente, entre su régimen comunista y algunos logros capitalistas, sabiamente incorporados.
En Vietnam se siente la alegría, en este mundo mundial, de salir a flote después de tantos años de guerra. PRG. Mui Ne, Vietnam. Febrero 2006.

La búsqueda de un sueño-Pinturas de viajes


Esta es la historia del joven Anto, que como cualquier adolescente, llena sus años juveniles de anhelos y deseos sin forma definida, pero que muy pronto, aun en plena juventud, encamina sus pasos a la búsqueda de un sueño. Su sueño. ¿Quién no ha tenido un sueño en su juventud, e incluso, aun lo sigue teniendo en la madurez?
El viaje que emprende el joven Anto es un viaje iniciático, es el viaje de su vida, y de la nuestra, y, es la búsqueda de ese sueño que le acompaña en todo su periplo vital, lo que encontraremos en esta obra. Es, en definitiva, el viaje a Ítaca que Kavafis nos regala espléndidamente en su poema.
El viaje del joven Anto va tomando forma en el principio griego de la Areté y continua por los países y culturas más diversos de este vasto mundo. Y toma buena cuenta de las gentes y de los lugares que se encuentra a su paso, de la vida y del vivir cotidiano, de los ambientes y de la atmósfera de los lugares, de actitudes y costumbres, de pensamientos filosóficos y de creencias, en busca, al fin y al
cabo, de su particular sueño. Igual que Ulises de su Ítaca.
El símbolo de esa búsqueda es el Puente. El más auténtico lugar en ninguna parte. Su razón de ser es el tránsito, como fin y finalidad en si mismo.
Anto se convierte, por el arte de la plástica y de la literatura, en testigo emocional de la sociedad, de la gente y de los lugares que sus pasos y la búsqueda de su sueño le llevan por muchos países, a lo largo y ancho de este mundo mundial.
Yo quiero cantar y canto ese viaje, esa búsqueda. Y lo hago con todos los medios a mi alcance, en especial, con mis pinturas, pero también, con mis fotografías y escritos y los escritos de mis amigos y colegas que comparten conmigo esa búsqueda y persecución de un sueño. PRG. 09-12-13

“Todo regreso de un hombre a Ítaca es otra creación del mundo”
Álvaro Cunqueiro.

“Estamos hechos de sueños” Shakespeare.

MEMORIA APASIONADA-PINTURA-PASIÓN

Esta es la crónica de una experiencia entre la pintura, la fotografía, el grabado, la emoción y los viajes.

Llevo más de diez años realizando una serie pinturas en mis viajes por el mundo. Son pinturas realizadas “in situ” y en directo, muy espontáneas, muy de captar la emoción que siento en ese momento. Las realizo rápido sin pensarlo demasiado, en caliente y cuando paro de pintar, están terminadas. Son la huella de la emoción y del impacto que me producen ciertos lugares, con sus gentes, su atmosfera y su magia.

La plaza Jemaa Ef Na en el rosado Marrakesh. Una tribu de Rumsiki en el Extrem Nord de Camerún. El incienso a la puerta de una iglesia en el mercado de Chichicastenango en Guatemala. Los Ghats a orillas del Ganges en el Benarés de toda la vida. Un mercado de Hoi An en el triunfante Vietnam. Un poblado nubio a orillas del Nilo. O en el Cabo de Gata de Almería. En cualquier caso, son pinturas realizadas “in situ” y van acompañadas con fotos de esos momentos en el lugar donde estoy pintando, casi siempre con muchos niños alrededor.

Las pinturas están realizadas con pigmentos naturales y un medio acrílico, con arenas, papeles y pequeños restos de materiales de desecho encontrados en el lugar. No intento reproducir el paisaje del entorno, lo que me interesa es la magia del lugar, el bullicio y trasiego de la gente, el despertar del día y el anochecer, las flores, los pequeños altares, los ritos, el colorido, el misterio y la sorpresa, la fritanga callejera, los carteles y paredes desconchadas, todo eso me sume en un delirio de emoción que se traduce en una pintura única y singular. Todas estas pinturas están realizadas sobre papel y rigurosamente las dejo tal cual están al acabar, sin retocar nada al llegar al estudio a la vuelta a casa. Y precavida y cautelosamente las he ido guardando todas.

Es la pintura más fresca y espontánea que he realizado nunca. El resultado depende mucho de los factores ambientales, de las dificultades e incomodidades del lugar que elijo para pintar, de la “ayuda” insistente de muchos espectadores espontáneos, pero en todo momento, esas pinturas son el reflejo de la emoción que yo sentía en aquel momento.

Con las obras realizadas “in situ” en los diversos países y con las obras de gran formato realizadas en el estudio inspirándome en temas y motivos de esos viajes, estoy preparando el proyecto MEMORIA APASIONADA, que acompañado de textos literarios, fotografías documentales y grabaciones sonoras, se mostrará en una exposición itinerante, en diversos lugares del mundo.
2009 PABLO RODRÍGUEZ GUY

arriba