Pues eso, que me dedico a la pintura, al grabado, la fotografía y la escultura, eso sí, con mucha pasión e intensidad. Que tengo especial interés en realizar obras con papel reciclado y que últimamente estoy haciendo grabados con mucho relieve, eso que llaman Mixografía y que yo le llamo Calco-relieve, y que los hago con papel reciclado en su mayor parte. Y también que la fotografía ha entrado a formar parte importante de mi obra. Que me importa lo que pasa en el mundo y lo que le pasa al mundo. Que me gusta la poesía y la música. Que me gusta viajar. Que soy muy feliz con mis nietos y mi familia y, que me gusta la vida. LA CABRERA SIGÜENZA 2006.



Hay que vivir, me había dicho hacia mucho tiempo, como si tuviera que ser para siempre y como si cada momento pudiera ser el último.
Mary Renault en “El Muchacho persa”.

PINTURA-JAZZ
La música, en especial el jazz, la clásica, la fusión o el flamenco, son para mí, mucho más que un deleite para escuchar o un buen acompañamiento. En este momento, es un referente paralelo de la obra que estoy haciendo. Y más que la música de un intérprete solista, es la música de un grupo la que me sirve de referente paralelo. Cada uno de los materiales equivale a un timbre, a un sonido, o a
un ritmo. Cada material, igual que cada instrumento, aporta su característica al conjunto, que se ve así enriquecido con cada una de sus partes.
Igual que en una pieza musical de grupo, en mi obra actual, hay el equivalente a los diferentes instrumentos en los variados materiales y técnicas que utilizo en mis obras: papel reciclado, pigmentos, arenas, fotografía, objetos encontrados, fragmentos de grabados, dibujos, gofrados, pinturas, barnices, etc. Todo ello amalgamado plásticamente en función de un tema o de una motivación.
La música de anoche estaba llena de colores, a veces, cuando “percutía” la flauta el solista, aparecían rojos, negros y blancos y cuando tocaban todos era un derroche de ricos matices dorados. Salpicados por amarillos y verdes del saxo y la trompeta, por los azules del piano o por los marrones del bajo y los toques negros, grises y azulados de la batería. Realmente, hubo momentos deliciosos. PRG. 2008.

SOLEDAD ALTA
Mañana en soledad, alta llanura
por la que surca el pensamiento.
No fue fácil llegar, tampoco
la permanencia lo es, tiempo
que se cierra en sí mismo.
Alta mañana de la soledad, escarnio
de los cuidados, eso es
vivir, gozar, llamar y ser oído;
nave que cruza la mañana clara,
solitaria, atrevida, impetuosa,
el pensamiento viene y va, llega
y empieza, continúa, es él
el navegante y el navío, el mar
y el aire, la transparencia
y el color: es él
la muerte en vida, la laguna
donde el mar desemboca.
Jesús Cobo.

Papeles reciclados, maderas, metales, mallas, fotografías… Tanta variedad de recursos y, sin embargo, no queda en la obra de Pablo Rodríguez Guy lugar para la confusión. El artista desestabiliza la idea de una pintura con un significado inequívoco sin ceder ante la vacuidad de lo meramente ornamental. Se trata, por tanto, de una realidad descoyuntada por la evocación, y al mismo tiempo, coordinada por la yuxtaposición iconográfica, cromática y compositiva, que atrapa al espectador
por todos los trayectos interiores que desvela.
Pero tal vez donde mejor deducimos un anhelo permanente de contradecir una línea argumental unificada, una voluntad de hacer de la mezcla de elementos dispares el reflejo de sus inquietudes conceptuales, es en sus Calco-relieves. Sobre este procedimiento ha reflexionado de manera muy pertinente el propio artista, y con él ha llevado a cabo algunas de sus obras más sorprendentes. En su estudio podemos contemplar algunas de estas creaciones, cuyo procedimiento nos explica el propio artista de manera esclarecedora: “El Calco-relieve es un grabado con mucho relieve.
Todo el que se quiera, pudiéndose llegar a un alto relieve en términos escultóricos; es el paso siguiente al collagraf o técnicas aditivas. El Calco-relieve puede resumirse como el grabado que reproduce todos los accidentes, texturas y relieves que se hacen en la plancha de collagraf, pero que en la estampa del Calco-relieve, esas texturas salen en positivo, es decir, que si un relieve es hacia fuera, en la estampa sale hacia fuera y no como el collagraf que es un hueco-relieve”.
La exultante materialidad de estos grabados, la disposición de los elementos salientes a partir de un mismo plano, puede llevarnos a pensar en la idea de un paisaje contemplado desde el cielo. Ahora bien, la particular intensidad poética que desprenden estas obras no puede concretarse en una traducción tan específica; de nuevo, el artista está construyendo, con todos los medios que tiene a su alcance, un espacio para el pensamiento y la reflexión estética. Sus Calco-relieves alcanzan, en ocasiones, un volumen casi escultórico. Por ello resulta sorprendente que sus esculturas talladas en madera tengan, por oposición, una bidimensionalidad prácticamente pictórica. Pablo Rodríguez Guy pone al límite la tradición modernista acerca de la especificidad de cada medio e indaga en caminos que siempre culminan en espléndidos hallazgos. Carlos Delgado. El Punto de las Artes. Otoño 2008.

Vuela, vuela hacia lo alto,
a lo más alto,
el águila
ansiando contemplar
la quietud de las aguas.
Eduardo Chamorro.

Mi obra es el punto de encuentro entre las emociones y la energía. Son el lugar donde se funden las emociones y los sentimientos más íntimos con la energía que emana de las cosas y de las personas, de lo natural en definitiva, que está vivo. Y hay que verla, más que con los ojos analíticos, con los ojos del alma y del corazón. Hay que dejarse penetrar por los colores y las formas, como si fuesen fuertes notas musicales o como si fuesen evocados por unos versos poéticos llenos de pasión y
sentimiento. PRG Abril 2004.

“Saber es libertad” Candela. 5 años.

El hecho de la creación plástica es, a menudo, una entrega visceral, íntima. Un proceso difícilmente explicable al que pudieron asistir los presentes en la apertura, donde se desarrolló un acto efímero en sí mismo. Una intervención en el medio y el espacio, un diálogo con el cuerpo desnudo de una mujer a través de la pintura, cuyo testimonio, muy distanciado plásticamente de las antropometrías de Yves Klein, está aún presente en la sala como una memoria persistente. El hecho accesorio se convierte así en propio objeto expositivo, dando pie a un juego de sentidos complejo e inacabado. Niveles artísticos y de realidad. La pintura de Rodríguez Guy surge con un debate íntimo. Su desarrollo, en constante movimiento, es esencia viva de un ser que ordena su propio yo con la imagen. La mirada que en el mundo se posa, introduce la realidad en una dimensión compleja, aprehendiendo en el infinito del yo-pintura testimonios sensibles, ciertos, creando una obra compleja en texturas y requebrada con juegos perceptivos mutuamente imbricados. Encontramos así la complejidad de un pensamiento, de unas sensaciones intensas que se quieren transmitir por el hecho artístico. Fernando Rincón. EL PUNTO DE LAS ARTES 2007.

Reflexiones sobre la obra de Rodríguez Guy.
Noto que el camino se acaba al mismo compás de las fuerzas de mi cuerpo, solo las lejanas músicas me hacen renacer de mis flaquezas, cogerme a los bordes de esa magia rebosante de sueños, el cansancio es placentero, me estoy dando cuenta del gozo que en mi espíritu suele haber en ese constante mirar a la obra pictórica de ese caminante, buscador de lo más profundo del ser humano, del hombre-mujer, de los entornos que le rodea. De esa pintura por siempre esperanzadora, no hay otro sitio para la mala tristeza, todo puede a veces ser oscuro, pero nunca se debe olvidar que existe ese rayo donde agarrarnos. Fernando Sánchez García 2007.

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